15 de maio de 2009

Bartleby




Quem é Bartleby? O leitor se lembrará primeiramente do personagem de Melville. Nas palavras de Enrique Vila-Matas:

Todos conocemos a los bartlebys, son esos seres en los que habita una profunda negación del mundo. Toman su nombre del escribiente Bartleby, ese oficinista de un relato de Herman Melville que jamás ha sido visto leyendo, ni siquiera un periódico; que, durante prolongados lapsos, se queda de pie mirando hacia fuera por la pálida ventana que hay tras un biombo, en dirección a un muro de ladrillo de Wall Street; que jamás ha ido a ninguna parte, pues vive en la oficina, incluso pasa en ella los domingos; que nunca ha dicho quién es, ni de dónde viene, ni si tiene parientes en este mundo; que, cuando se le pregunta dónde nació o se ele encarga un trabajo o se le pide que cuente algo sobre él, responde siempre diciendo:
- Preferiría no hacerlo.


Já conhecia o Vila-Matas, principalmente o seu "Viagem vertical", livro maravilhoso. Mas foi por causa do António Lobo Antúnes que cheguei até esta obra, "Bartleby y Compañía". O título do seu romance "Boa tarde às coisas aqui em baixo" surgiu graças ao companheiro Enrique Vila-Matas.

Bartleby y Compañia não é um romance, tampouco um livro de ensaios ou de contos. É uma brincadeira, sutil e inteligente. Uma obra-prima. Vila-Matas usa a figura deste escrevente para criar a metáfora da inutilidade da arte. Procura, em toda a história da literatura, os escritores que se negaram a escrever, os autores sem obras, aqueles que venceram a tentação da vaidade. Há uma parte muito interessante, dentre outras tão interessantes quanto, que é quando Vila-Matas fala do escritor suicida Chamfort:

Voy a hacer una tercera excepción con suicidas, voy a hacerla con chamfort. En una revista literaria, un artículo de Javier Cercas me ha puesto en la pista de un feroz partidario del No: el señor Chamfort, el mismo que decía que casi todos los hombres son esclavos porque no se atreven a pronunciar la palabra "no".
Como hombre de letras, Chamfort tuvo suerte desde el primer momento, conoció el éxito sin el menor esfuerzo. También el éxito en la vida. Le amaron las mujeres, y sus primeras obras, por mediocres que fueran, le abrieron los salones, ganando incluso el fervor real (Luis XVI y Mará Antonieta lloraban a lágrima viva al término de las representaciones de sus obras), entrando muy joven en la Academia Francesa, gozando desde el primer instante de un prestigio social extraordinario. Sin embargo, Chamfort sentía un desprecio infinito por el mundo que le rodeaba y muy pronto se enfrentó, hasta las últimas consecuencias, con las ventajas personales de las que disfrutaba. Era un moralista, pero no lo de los que estamos acostumbrados a soportar en nuestros tiempos, Chamfort no era un hipócrita, no decía que todo el mundo era horroroso para salvarse él mismo, sino que también se despreciaba cuando se miraba al espejo: "El hombre es un animal estúpido, si por mí se juzga."

Trecho de "Bartleby y compañía", de Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948).

Um comentário:

Giuliano Gimenez disse...

"metáfora da inutilidade da arte."

puxa vida! é o que venho matutando um bom tempo. será que tudo o que existe ao nosso redor transformou-se em discurso, e pra usar um termo pós-moderno, em simulacro? além da inutilidade da própria arte, vemos muita inutilidade em trabalhos burocráticos. e um vazio imenso.

quase comprei essa obra do vila-mattas dia desses, mas resolvi conhecer um pouco mais o gonçalo m tavares.
vc conhece o romance "Retrato de um artista quando velho", de Joseph Heller? Há um capítulo sobre escritores e o ato de escrever, intitulado de a literatura do desespero, sobre uma vida na literatura. o autor elenca vários escritores e traça um paralelo entre esses homens e uma vida desenfreada e possuída pelo alcoolismo.
também, tem um conto do Robert Arlt, intitulado "O escritor fracassado". fudido!

bem, é isso, meu caro fraga. escrevo apenas para botar uma certa ordem no cocoruto.

abraço